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VILLA MERCEDES

Qué dice la denuncia sobre el vaciamiento al Molino Fénix y por qué involucra a la ex diputada Anabela Lucero: “Usó las instalaciones como un hotel”

El caso se presentó en la Justicia en marzo, después de una auditoria al Complejo donde también funciona la Casa de la Música. Fue ahí cuando detectaron irregularidades. Nueve meses después se ordenaron allanamientos y lograron secuestrar equipamiento técnico y documentación que estaba perdida.

Ex diputada, Anabela Lucero, ex ministro de Obras Públicas, Alberto Rodríguez Saá y ex administrador del Molino Fénix, Joaquín Beltrán.
Actualizada: 20/11/2024 22:13
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Hasta el 10 de diciembre de 2023, el actual diputado provincial Joaquín Beltrán, y pareja de la ex diputada provincial, Anabela Lucero fue el administrador del Complejo Molino Fénix. Aunque ella cumplía funciones como legisladora era quién controlaba el rumbo y los recursos económicos desde uno de los centros culturales e históricos más importantes que tiene Villa Mercedes.

Cuando asumió el nuevo Gobierno, la secretaría de Ética Pública y Control de Gestión, que está a cargo de Ricardo Bazla, inició un proceso de auditoría que confirmó una serie de irregularidades. Las instalaciones habían sido saqueadas y faltaban objetos costosos, desde equipamiento técnico hasta mobiliario y electrodomésticos “de toda índole”.

Era “vox populi” que dos días antes que dejaran su cargo, los funcionarios involucrados llevaron a delante una mudanza usando los vehículos del Molino. La acusación tiene detalles concretos de lo que sucedió el 8 y 9 de diciembre cuando las cosas desaparecieron.

La nueva administración realizó la denuncia penal el 20 de marzo, que cayó en las manos del fiscal de Instrucción Nº 3, José Olguín. Los ocho allanamientos que se hicieron este viernes son el resultado de la investigación. Inicialmente libró los oficios para reunir información y conocer si los elementos que faltan del predio “estaban en algún inventario”, y si había documentación que acreditara que fueron comprados por el Estado. Ahí se abrió el camino para establecer qué delitos se cometieron.

Los procedimientos fueron simultáneos este viernes por la mañana en la casa de Lucero (sobre la calle Granaderos Puntanos, en el barrio 500 Viviendas), también en un salón de fiestas que inauguró hace poco la pareja, y un depósito. Además, en las propiedades de los otros tres denunciados: el hermano de Lucero, Enzo; Exequiel Alberto Scarel (cuñado de los hermanos) y Diego Emanuel Torres.

Olguín confirmó que la causa que se investiga es “más grande y que hay más hechos y circunstancias”. Añadió que uno de los datos preocupantes es que en las instalaciones “no había inventarios”, y que por lo menos existía una página y media de faltantes.

Lucero y Beltrán en el allanamiento al salón de fiestas que inauguraron hace poco en Villa Mercedes.

Prueba documental encontraron en la casa de uno de los denunciados, y también algunos equipos que le pertenecerían al Molino.

Aseguró que dentro de la causa hay una gran cantidad de testimonios, que son empleados del lugar. Así surgió que Anabela Lucero “concurría asiduamente al lugar dirigiendo y organizando”.

Cuando asumió la nueva conducción detectó, entre otras cosas, que las instalaciones estaban sin mantenimiento, y que faltaba documentación relevante en distintas oficinas. También advirtieron el faltante de computadoras. Los funcionarios que se fueron no dejaron las contraseñas para los accesos.

La denuncia está documentada con imágenes de las situaciones más graves detectadas el 8 y 9 de diciembre del año pasado.

En concreto descubrieron que en una camioneta Toyota Hilux y un Citröen Berlingo que tenía a disposición el Complejo, “se cargaron innumerables equipos de la Casa de la Música”, y que saliendo por el portón de calle Pueyrredón “con destino a un taller de montajes industriales Tecmetal SRL, ubicado en colectora sur, kilómetro 696 de la Autopista de las Serranías Puntanas”.

Ese predio fue allanado ahora.

De acuerdo a la presentación, ese lugar era comúnmente usado por Beltrán “para depositar mercadería y elementos que fueron repartidos durante la campaña electoral”.

Los empleados expusieron que eran “obligados” a trasladar los alimentos hasta la sede partidaria de Lucero, ubicada sobre calle Pringles, frente al frigorífico. En ese momento era candidata a intendenta. Pero perdió las elecciones. Aportaron a la denuncia los comprobantes de que Lucero usó los dineros de la Casa de la Música para financiar su campaña política, y que exigía a los empleados “a militar”. Expusieron que los alimentos se compraron “a una misma persona y de manera directa”.

De acuerdo a la cronología los hechos fueron los siguientes: el 9 de diciembre, Beltrán y Scarel llegaron al complejo sorpresivamente y “de manera agresiva” pidieron las llaves de los estudios de grabación a un empleado.

Antes “desconectaron el sistema de cámaras” para que no quedara registrado ningún movimiento. Comenzaron a “cargar equipos sin ninguna justificación”.

Pudieron acreditar que se habían llevado una consola de sonido, cajas lanza humo, equipos de lanza papel picado, torres de sonido e iluminación, entre otros.

Hay fotos que muestran que “cargaron una mesa de vidrio con 12 sillas y sillones varios”.

En otro momento, también en las horas previas a terminar el mandato de Alberto Rodríguez Saá se contrató “un flete” y en un auto particular se hizo el traslado de “gran cantidad de bolsas negras tipo consorcio” que fueron tiradas “en el basural”.

El 11 de diciembre ya no estaban “los legajos del personal”, como tampoco las computadoras y mobiliarios.

“El hotel de Anabela”

La denuncia también revela que cuando Lucero “estaba refaccionando su casa, con su familia se instaló a vivir en las suites y habitaciones” que tiene el lugar y que están preparadas para los artistas que van a grabar.

“Disponiendo de los recursos públicos en beneficio propio y sus allegados, la Casa de la Música se convirtió en el Hotel de Anabela y Joaquín con servicios completos (comidas incluidas) solventadas con los impuestos de los contribuyentes”, sostiene además. El personal debía lavar hasta las sábanas que usaban.

A los datos de las irregularidades se añade que el 15 de junio (tres días después de las elecciones donde Claudio Poggi fue electo el nuevo gobernador) “Beltrán y Torres retiraron mesas, sillas y escritorios”. Se llevaron “la ropa de blanco” de todas las habitaciones también.

Luego Beltrán encargó a una empleada hacer “una compra grande de sábanas” que serían para reponer, pero no tuvieron nunca como destino esas instalaciones.

Se gastaron en un año “casi 100 millones por mes”

Poggi a poco de asumir comunicó oficialmente en qué situación encontraron el predio. “Está totalmente destruido, alejado de lo que hace 10 años pretendió ser un centro recreativo, gastronómico, de la cultura y de la música de la ciudad”, dijo el 21 de diciembre cuando lo visitó.

En esa oportunidad contó que se recuperaron dos vehículos nuevos a nombre del complejo Molino Fénix: una camioneta Toyota Hilux modelo 2023 y una Berlingo 2021.

“¿Me quieren decir para qué necesita el Molino Fénix una Hilux o una Berlingo? Solamente para que sus funcionarios las usen, y las usaron, las usaron mucho y usufructuaban de un privilegio”, expresó.

Informó que el Estado le otorgó al Complejo Molino Fénix (desde el 1° de enero de 2023 hasta el 30 de noviembre) fondos que ascendieron a 1.061 millones de pesos. “Casi 100 millones de pesos por mes aportó el Gobierno de la provincia al Molino Fénix para que lo administrara la ex diputada”, denunció el primer mandatario.

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